Refugia Semarnat 150 especies
> No las pueden reintegrar a su hábitat debido a que no saben procurar su alimento
Andrés Martínez / mural.com/comunidad / Guadalajara, Jalisco
Los pericos, loros y guacamayas que son asegurados por las autoridades ambientales se convierten en un problema para éstas, pues por sus características no se pueden reintegrar a la vida salvaje, advirtió Ernesto Romero Montaño.
“Se acostumbran a comer semillas que no existen en su hábitat, o sea, no saben alimentarse solos, aparte, como se acostumbran a ver al humano, le dejan de tener miedo y eso los vuelve muy vulnerables”, apuntó el responsable de salud animal del Centro para la Conservación en Investigación de la Vida Silvestre (CIVIS).
“Son animales que conductualmente ya no tienen las capacidades para sobrevivir, las tienen, de alguna manera, suprimidas”.
El futuro de las especies decomisadas, aseguró el encargado del centro, es trasladarlas a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) autorizada para recibirlas, o bien, donarlas a un zoológico que esté interesado en conservarlas y que cuente con la capacidad para albergarlas.
Actualmente en el CIVIS de Guadalajara –dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)-, hay 150 aves, entre pericos, loros y guacamayas, en espera de ser llevadas a otro sitio.
Algunos de estos ejemplares tienen ya más de dos años en las jaulas que hay en el centro, lo que les provoca estrés y tienden a quitarse las plumas.
Gustavo Bonilla Barragán, subdelegado de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, apuntó que aunque realizan operativos constantes para detectar el comercio ilegal de aves, en los últimos dos años los decomisos han disminuido.
El último operativo se realizó a principios de noviembre, en El Baratillo, donde se aseguraron tres ejemplares de perico catarina y se detuvo a cuatro personas.
La comercialización de cualquier especie de perico, loro o guacamaya mexicana está prohibida por ley, quien sea sorprendido vendiéndolas, además de ir a prisión, se hace acreedor a una multa de hasta 50 mil días de salario mínimo.
No obstante a los operativos, es común ver a personas que venden en los cruceros, sobre todo el la periferia de la Ciudad, pericos, loros y otro tipo de aves.
Si usted decide comprar una especie de estas y quiere tener la certeza de su legalidad, Bonilla Barragán recomendó solicitar la factura, la autorización de la Semarnat y la certificación de que fue criada en una UMA.
“El tráfico de estos animales no depende tanto del control que puedan tener las autoridades, sino depende de las personas que están comprándolos, mientras haya gente que compre, las personas van a seguir vendiendo”, acotó Romero Montaño.
Además de El Baratillo, otros sitios donde se han detectado vendedores ilegales de aves son el Mercado de San Juan de Dios, así como algunos puntos de la carretera a Saltillo.
> No las pueden reintegrar a su hábitat debido a que no saben procurar su alimento
Andrés Martínez / mural.com/comunidad / Guadalajara, Jalisco
Los pericos, loros y guacamayas que son asegurados por las autoridades ambientales se convierten en un problema para éstas, pues por sus características no se pueden reintegrar a la vida salvaje, advirtió Ernesto Romero Montaño.
“Se acostumbran a comer semillas que no existen en su hábitat, o sea, no saben alimentarse solos, aparte, como se acostumbran a ver al humano, le dejan de tener miedo y eso los vuelve muy vulnerables”, apuntó el responsable de salud animal del Centro para la Conservación en Investigación de la Vida Silvestre (CIVIS).
“Son animales que conductualmente ya no tienen las capacidades para sobrevivir, las tienen, de alguna manera, suprimidas”.
El futuro de las especies decomisadas, aseguró el encargado del centro, es trasladarlas a una Unidad de Manejo Ambiental (UMA) autorizada para recibirlas, o bien, donarlas a un zoológico que esté interesado en conservarlas y que cuente con la capacidad para albergarlas.
Actualmente en el CIVIS de Guadalajara –dependiente de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat)-, hay 150 aves, entre pericos, loros y guacamayas, en espera de ser llevadas a otro sitio.
Algunos de estos ejemplares tienen ya más de dos años en las jaulas que hay en el centro, lo que les provoca estrés y tienden a quitarse las plumas.
Gustavo Bonilla Barragán, subdelegado de Recursos Naturales de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, apuntó que aunque realizan operativos constantes para detectar el comercio ilegal de aves, en los últimos dos años los decomisos han disminuido.
El último operativo se realizó a principios de noviembre, en El Baratillo, donde se aseguraron tres ejemplares de perico catarina y se detuvo a cuatro personas.
La comercialización de cualquier especie de perico, loro o guacamaya mexicana está prohibida por ley, quien sea sorprendido vendiéndolas, además de ir a prisión, se hace acreedor a una multa de hasta 50 mil días de salario mínimo.
No obstante a los operativos, es común ver a personas que venden en los cruceros, sobre todo el la periferia de la Ciudad, pericos, loros y otro tipo de aves.
Si usted decide comprar una especie de estas y quiere tener la certeza de su legalidad, Bonilla Barragán recomendó solicitar la factura, la autorización de la Semarnat y la certificación de que fue criada en una UMA.
“El tráfico de estos animales no depende tanto del control que puedan tener las autoridades, sino depende de las personas que están comprándolos, mientras haya gente que compre, las personas van a seguir vendiendo”, acotó Romero Montaño.
Además de El Baratillo, otros sitios donde se han detectado vendedores ilegales de aves son el Mercado de San Juan de Dios, así como algunos puntos de la carretera a Saltillo.
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