Fuente: Planeta Caracol/Agencia de Noticias Universidad Nacional.
La regeneración y conservación natural de los bosques tropicales es afectada, cada vez más, por la cacería de las grandes aves silvestres dispersoras de semillas.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó la doctora Bette A. Loiselle, directora del Programa de Desarrollo y Conservación Tropical del Centro para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida, Estados Unidos, quien socializó su investigación en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en su conferencia ‘Importancia de las relaciones en el éxito reproductivo y oportunidades para selección: ejemplos de mutualismos dispersor-semilla y sistemas de apareamiento tipo lek’.
La investigación de la docente parte de la pregunta: ¿Cuál es la importancia de las aves, dentro de la biodiversidad, en la regeneración de los bosques tropicales?
Las investigaciones desarrolladas en Costa Rica y en la Amazonia ecuatoriana permiten concluir que las aves son muy importantes, fundamentales, como dispersores de las plantas, explicó la investigadora. Inicialmente como removedoras de estas semillas y, en seguida, como dispersoras a larga distancia de los árboles que las producen.
“Sin el trabajo de las aves la mayoría de las semillas caerían debajo de los árboles, donde su posibilidad de reproducción y sobrevivencia es mínima debido a las condiciones de luminosidad y a la competencia con sus progenitores”, afirmó Loiselle.
Por eso la conservación de las plantas requiere la dispersión de larga distancia y en estos tiempos, de cambios climáticos, es muy importante buscar sitios nuevos para su regeneración.
Los resultados de la investigación de la profesora Loiselle permiten hacer estudios comparativos sobre aspectos de biodiversidad, temperatura, precipitación, etcétera, porque los procesos son iguales para cualquier región latinoamericana, aunque los resultados sean diferentes.
“Nuestros estudios dejan ver que la cacería de las aves disminuye las posibilidades de dispersión de semillas. La pérdida de los dispersores de gran tamaño se refleja en muy poco tiempo en la disminución de los árboles de semillas más grandes”, advirtió la profesora.
Las aves más vulnerables, según las investigaciones, son los tucanes, las pavas, las guacamayas, los loros y los pericos, dispersores de semillas grandes que no pueden ser manipuladas y trasladadas por las aves pequeñas.
La regeneración y conservación natural de los bosques tropicales es afectada, cada vez más, por la cacería de las grandes aves silvestres dispersoras de semillas.
Esta es una de las conclusiones a las que llegó la doctora Bette A. Loiselle, directora del Programa de Desarrollo y Conservación Tropical del Centro para Estudios Latinoamericanos de la Universidad de Florida, Estados Unidos, quien socializó su investigación en el Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia en su conferencia ‘Importancia de las relaciones en el éxito reproductivo y oportunidades para selección: ejemplos de mutualismos dispersor-semilla y sistemas de apareamiento tipo lek’.
La investigación de la docente parte de la pregunta: ¿Cuál es la importancia de las aves, dentro de la biodiversidad, en la regeneración de los bosques tropicales?
Las investigaciones desarrolladas en Costa Rica y en la Amazonia ecuatoriana permiten concluir que las aves son muy importantes, fundamentales, como dispersores de las plantas, explicó la investigadora. Inicialmente como removedoras de estas semillas y, en seguida, como dispersoras a larga distancia de los árboles que las producen.
“Sin el trabajo de las aves la mayoría de las semillas caerían debajo de los árboles, donde su posibilidad de reproducción y sobrevivencia es mínima debido a las condiciones de luminosidad y a la competencia con sus progenitores”, afirmó Loiselle.
Por eso la conservación de las plantas requiere la dispersión de larga distancia y en estos tiempos, de cambios climáticos, es muy importante buscar sitios nuevos para su regeneración.
Los resultados de la investigación de la profesora Loiselle permiten hacer estudios comparativos sobre aspectos de biodiversidad, temperatura, precipitación, etcétera, porque los procesos son iguales para cualquier región latinoamericana, aunque los resultados sean diferentes.
“Nuestros estudios dejan ver que la cacería de las aves disminuye las posibilidades de dispersión de semillas. La pérdida de los dispersores de gran tamaño se refleja en muy poco tiempo en la disminución de los árboles de semillas más grandes”, advirtió la profesora.
Las aves más vulnerables, según las investigaciones, son los tucanes, las pavas, las guacamayas, los loros y los pericos, dispersores de semillas grandes que no pueden ser manipuladas y trasladadas por las aves pequeñas.
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